La actual crisis sanitaria y económica está provocando un aumento de los incumplimientos contractuales. Por ello, es necesario identificar cuándo procede interponer demanda o querella por incumplimiento de contrato.
La demanda civil tiene sentido cuando el incumplimiento de contrato se produce ya iniciado y por causas imputables a una parte. Por ejemplo, cuando el servicio se interrumpe por falta de organización en su ejecución. En estos casos, el perjudicado puede solicitar que la otra parte cumpla y/o indemnice por los daños y perjuicios ocasionados.
Sin embargo, cabrá denuncia o querella cuando se acredite que, antes o al momento de la firma, la otra parte ya no tenía intención de cumplir. Así, el contrato es el vehículo para el engaño, haciendo creer que cumplirá, cuando no era así. De saberlo, el perjudicado no habría tomado la decisión de firmar.
La interposición de denuncia o querella puede dar lugar al inicio de un procedimiento penal. Y es en éste donde se resolverá si procede sancionar o no al responsable y fijar indemnización por daños y perjuicios. Y todo perjudicado por un delito puede comparecer como acusación particular. Para ello, es necesario que esté representado por abogado y procurador. En cuanto al acusado, éste siempre deberá estar asistido de letrado defensor, pues se trata de un derecho irrenunciable.
En los dos supuestos anteriores, SÁNCHEZ-SEVILLA Defensa Penal & Compliance puede ofrecer sus servicios de Defensa Penal. Tanto en defensa del perjudicado, que desea reclamar como acusación particular, como en defensa del acusado, que necesita defenderse de las acusaciones formulan contra él.
En definitiva, son tiempos difíciles y el aumento de los incumplimientos de contrato está causando numerosas reclamaciones judiciales. Será el supuesto concreto el que determine cuándo procede interponer una demanda o una querella por incumplimiento de contrato.