Tras grandes escándalos económicos, la mayoría de países de nuestro entorno han dedicado grandes esfuerzos a la prevención del soborno en la empresa.
Y parte de esos esfuerzos se han centrado en consensuar qué se entiende por soborno a nivel internacional, concluyendo que es:
- la oferta, promesa, entrega, aceptación o solicitud de una ventaja indebida;
- que no necesita que disponga de valor económico;
- tampoco requiere que se realice de forma directa, sino que admite su ejecución a través de tercero;
- y cuyo principal propósito es que una persona actúe o deje de actuar en el desempeño de sus responsabilidades.
En el Derecho Penal Español no se contempla el delito de soborno como tal, pero sí hay otros delitos que sancionan conductas similares. Es el caso, entre otros, de los delitos de prevaricación, tráfico de influencias, cohecho, o malversación de caudales públicos. Y para todos ellos las penas previstas son severas, si bien varían según quién sea el responsable. En aquellos casos en los que el responsable pueda ser una persona física, las penas pueden ir desde la suspensión para el empleo o cargo público hasta la multa y/o la pena de prisión. Y en aquellos otros en los que pueda participar una empresa o persona jurídica, esas penas van desde la suspensión de la actividad, la clausura del local o la intervención judicial hasta la propia disolución de la sociedad.
¿Cómo prevenir el soborno en la empresa? A través de la efectiva implantación de un Sistema de Gestión Antisoborno, conforme a la Norma ISO 37001:2017.
Este Sistema se configura como un conjunto de procedimientos, protocolos y controles, que pretenden anticiparse y prevenir (o mitigar) eficazmente la aparición de estos riesgos en el desarrollo de la actividad empresarial. No obstante lo anterior, la adopción de un Sistema de Gestión Antisoborno, más allá de su labor preventiva, aporta otras ventajas y beneficios para la empresa que decide implantarlo, a saber:
- generará confianza en el sector;
- permitirá que la empresa acceda a nuevos mercados y clientes;
- mejorará la posición de la empresa en posibles licitaciones o contrataciones públicas;
- reforzará la imagen de empresa socialmente responsable;
- ayudará a optimizar sus recursos y fomentar el ahorro económico por mermas;
- y es certificable a nivel internacional (Norma ISO 37001:2017).
En conclusión, la implementación de un Sistema de Gestión Antisoborno acorde a la Norma ISO 37001:2017 es el mejor mecanismo para la prevención del soborno en la empresa.